viernes, 26 de diciembre de 2014

El guau guau

Aunque mi pequeño de doce meses lleva ya muchos meses jugando con los libros, diría que incluso desde antes de poder sentarse, este libro de cartón que cogimos en la biblioteca es el primero que "le cuento", por llamarlo de algún modo, el primer libro a través del cual mi bebé y yo hemos entablado una comunicación. 

Es un intercambio expresivo de lo más sencillo, pero para mí es muy valioso y especial porque es el primero de los muchos que a partir de ahora se entablarán cuando los dos juntos nos sentemos con un libro entre las manos. Y es que leer, ya sea solo o en compañía, es ante todo un acto de comunicación.


Mi bebé está en una etapa en la que le fascinan los animales. Se quiere parar a contemplarlos por la calle, los señala con el dedo para que yo le diga cómo se llaman o qué ruido hacen y últimamente ya ha empezado a imitar las palabras.

Con este libro hace lo mismo que cuando ve un perro por la calle. Supongo que las ilustraciones realistas ayudan a ello y es la razón por la cual se publican muchos libros para bebés en los que las fotografías sustituyen a las ilustraciones.

Señala con el dedo cada uno de los perros que aparecen y me mira fijamente para que le diga: "Mira, el perro, el guau guau".

Otras veces soy yo la que le digo: "¿Dónde está el guau guau?" Y él me lo señala con el dedito sonriendo y diciendo algo así como: "tiiii".


Otras veces él solo es el que va pasando las páginas, señalando y diciendo con una vocecilla muy graciosa: "guaaauuu"



En fin, que es fascinante acompañar a un bebé en el descubrimiento del mundo, el lenguaje y los libros.


miércoles, 24 de diciembre de 2014

Trabajando como los ayudantes de Papá Noel

Después de leer este precioso libro ventana, a mi hijo de cuatro años se le ocurrió retomar un viejo juego que en esta casa nos ha dado muchas horas de diversión.



El libro es La fiesta más bonita del año de Marion Krätschme, editorial Gaviota. Y el juego es mezclar la plastilina con cualquier cosa que se nos ocurra.

Primero elaboramos galletas y dulces de plastilina como hacen los golosos angelotes. Nos encanta distribuir las galletas en estas bandejas de surtido.




Después sacamos nuestra colección de botones para decorar las pastas y las tartas.






Cuando nos aburrimos de los dulces pasamos página y vemos que los ayudantes de Papá Noel también fabrican adornos navideños. Sacamos los Lego Duplo y construimos un abeto de Navidad para decorar con plastilina.





Finalmente papá se anima y construye este impresionante Papá Noel.


Nosotros, saliéndonos ya de la temática del libro, estampamos en plastilina un belén con estos preciosos botones de figuritas.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Un libro de juegos

Creo que en los institutos, sobre todo en los departamentos de lengua castellana y literatura, muchas veces insistimos demasiado en los libros de ficción y no nos acordamos de los libros informativos. Y es que quizás en nuestra vida vamos a necesitar mucho más este tipo de libros.

Es importante enseñarles a los niños dónde encontrar estos libros, cómo encontrar precisamente el que contiene la información que ellos necesitan o aquellos acordes a sus intereses, cómo procesar los datos que nos proporcionan y aplicarlos luego de una manera activa en todos los ámbitos de nuestra vida.

En esta casa últimamente andamos bastante enganchados a los juegos de mesa. Mi hijo de cuatro años ha madurado bastante las habilidades que permiten entender las reglas y está entregado con pasión a los juegos de cartas, el ajedrez, Stratego, Carcassone y tantos otros juegos que tenemos por casa.

Está tan enganchado que a veces los juegos de casa o los que se saben papá y mamá se quedan cortos, así que decidimos buscar este libro en la biblioteca. Y nos ha venido fenomenal porque estamos pasando una semana encerrados enfermos en casa.


El libro es Atlas ilustrado de los juegos del mundo en familia de Susaeta.

De él hemos sacado sobre todo ideas para juegos de cartas y las instrucciones para jugar a las damas, ya que ni papá ni mamá las recordaban.


También a partir del libro hemos decidido fabricar nosotros mismos algún que otro juego, como Serpientes y Escaleras.




En definitiva, lo hemos pasado genial. Y de todo esto lo que me parece fundamental es que él vea de dónde han salido todas estas ideas para nuevos juegos y cómo hemos accedido a ellas buscando entre las estanterías de la biblioteca primero y entre las páginas del libro después.

sábado, 13 de diciembre de 2014

El sueño de Miró


Cogimos este llamativo libro en la biblioteca. Se trata de El sueño de Miró, de Carles Arbat Serrarols, editorial Brosquil, 2006. Pertenece a la colección El sueño de..., dedicada a acercar la obra de pintores célebres a los niños.


En el cuento Miró se convierte en un payés que siembra y hace crecer en un cielo de azul intenso sus dibujos y sueños, las fantasías de su mente.


Después de escuchar atentamente el cuento mi hijo de cuatro años recién cumplidos afirma decidido: "Venga mamá, quiero hacer lo mismo que el del libro". Eso es lo mejor, cuando después de mucho tiempo intentando motivar a tu hijo, de repente te suelta una frase de ésas y te das cuenta de que ya es autónomo y mayor, de que sólo está dispuesto a hacer lo que le apetece y motiva, y lo que es mejor, que sus ocurrencias y proyectos son fantásticos.

Y dicho y hecho. Reunimos todo lo que necesitamos: nuestro cielo será un trozo grande de papel continuo, dibujaremos nuestros sueños y fantasías con pinturas y rotuladores de diversos tipos y para conseguir imitar el peculiar estilo de Miró recortaremos y pegaremos papeles de distintos tipos, colores y texturas. Con un bebé de casi un año a nuestro lado se forma bastante revuelo en la habitación rápido. Él también disfruta ya pasando las hojas de los libros, tocando los papeles, metiéndose en la boca las pinturas y los rotuladores.


Y manos a la obra. Como suele ocurrir, el pegamento y las tijeras son las grandes estrellas. Como mi hijo apenas realiza todavía dibujos figurativos, él se va imaginando que este trozo de papel es un pájaro, aquel otro es una estrella, y así nos vamos imaginando que reproducimos todo el repertorio de Miró que hemos visto en el cuento.


Como estamos muy motivados en plena faena y por lo tanto, receptivos, mamá saca el libro de Arte del siglo XX de Taschen para ver otros cuadros de Miró.



A estas alturas el desorden en la habitación ya es importante, pero todo el mundo sabe que el revuelo es directamente proporcional a la diversión.


Y finalmente nuestra obra.


Realizando esta actividad con mis hijos se me ocurrió la idea de abrir este blog.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Dos libros ilustrados de filosofía

Encontré estos dos libros en un centro comercial.

No recuerdo bien si se pueden calificar de cómic o simplemente de álbum ilustrado, pero en cualquier caso parecen una buena introducción a la filosofía o al pensamiento para los más pequeños.

No obstante, a mi mayor de 4 años le quedan grandes todavía, lo anotamos para más adelante. También pueden estar muy bien para un departamento de filosofía o de orientación en un instituto de secundaria. 

Me llamaron la atención porque a veces echo en falta una temática más variada en los libros infantiles. Entre los dibujos animados, las granjas, las princesas, los dinosaurios o los piratas parece que a los niños no pueden interesarles otros temas, los mismos que nos interesan a los mayores, sin ir más lejos.


jueves, 27 de noviembre de 2014

¿Y por qué iniciar este blog?

¿Y por qué iniciar este blog, si con dos hijos de 4 y 1 año no tengo tiempo ni de ir al baño, ni de meter un plato en el lavavajillas?

Porque a pesar de eso la cabeza trabaja y trabaja mientras el cuerpo mete platos en el lavavajillas, la mente nunca para, tiene ocurrencias y le gusta expresarlas de algún modo.

Porque me parece fundamental que a mis hijos les guste leer, porque en los libros está todo.

Porque soy profesora de lengua y literatura y más que enseñar ortografía, sintaxis o literatura pienso que si consigo que mis alumnos lean, el resto está hecho y vendrá rodado.