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lunes, 23 de febrero de 2015

Un juego de rol para niños

Como profesora y madre amante de la lectura, la ficción y los juegos es imperdonable que hasta hace muy poco prácticamente desconociera el mundo de los juegos de rol y que haya tenido que ser un informático el que me lo descubra. Son una increíble herramienta pedagógica, totalmente recomendables a padres, profesores, animadores, etc.

El libro que nos ha introducido a mi hijo y a mí en este mundo del rol ha sido Pequeños detectives de monstruos, de Patricia de Blas y Álvaro Corcín, Nosolorol ediciones. Está recomendado a partir de tres años.



¿Y en qué consisten estos libros o juegos o lo que quiera que sean? Son juegos que no necesitan nada más que nuestra imaginación para convertirnos en los personajes de una historia. Los jugadores van creando una historia a través de las acciones y decisiones que van tomando a lo largo de la partida. Así de simple. 

Los niños juegan a rol desde bien temprano, sin necesitar libros, ni juguetes, ni dados, ni cartas, ni tableros, ni nada de nada. ¿Qué niño no ha jugado a ser policía o ladrón, cocinero, mamá o papá, etc.?

A veces este juego puede guiarse por el hilo conductor de una historia extraída de un libro. Este es el caso de Pequeños detectives de monstruos, en el que los niños juegan a convertirse en detectives que buscan monstruos por toda la casa para encerrarlos en un frasco y que dejen de molestar.

Uno de los participantes, normalmente el niño de más edad , el animador o el padre o madre, hace de detective veterano y es el que tiene que dirigir la historia y estimular a los demás participantes para usar su imaginación.

Los juegos de rol suelen incorporar también un elemento de azar en la historia que inventamos. En el caso de este juego son los resultados de las tiradas de tres dados los que determinarán el éxito o el fracaso de las acciones y decisiones con las que vamos construyendo nuestra historia.



Se puede jugar de dos maneras. Una sería la completamente imaginaria, en torno a una mesa, en la que construimos la historia exclusivamente a través de nuestra imaginación y del diálogo.

Pero tratándose de niños probablemente tendrá más éxito lo que se llama el rol en vivo y este juego nos lo pone muy fácil para ello. A lo largo de toda la casa podemos distribuir pistas para que los pequeños detectives vaya acorralando al monstruo.

Aquí vemos por ejemplo que falta una de las bombillas de la lámpara de la habitación, señal de que el monstruo de las sombras debe de andar cerca, porque él suele hacer que las bombillas se fundan para así moverse con más facilidad por la casa.


Aquí vemos un reguero de juguetes tirados, puede haber sido el monstruo del desorden, un monstruo además muy habitual en las casas con niños.



¿Y qué me decís de este montón de peluches? ¿No será acaso el nido del monstruo de las bromas? A él le encanta poner el nido entre los peluches.


Para hacer incluso el juego más real podemos usar estas pequeñas huellas de cartón que vienen con el libro, cuando encontremos una de ellas ya no habrá duda de cuál es el molesto monstruo al que nos enfrentamos, pues su cara viene impresa por detrás de la huella.


En estos juegos cada uno de los participantes tiene que definir al principio de la partida su perfil, características o habilidades. En este en concreto cada personaje se define por las insignias que ha acumulado de partidas anteriores y por las herramientas que escoge. Aquí tenemos el carnet del detective novato "Canucho" con la medalla del mérito al trabajo en equipo que consiguió en la anterior partida. Eso le dará algunas ventajas en las próximas partidas.


Y si nos gustan las manualidades de este libro podemos sacar muchas ideas para construir nosotros mismos los elementos del juego. Aquí podéis ver los gamusinos que hemos hecho con lana y goma Eva. Los gamusinos son pequeños monstruos benignos pero bastante traviesos, suelen aparecer sin previo aviso y dar pistas, aunque éstas no tienen por qué ser ciertas.


Y la figura de uno de los monstruos, el monstruo de las sombras, realizada con un botecito de yogur, fotocopias del libro y lana para el pelo. En cuanto encontremos en su escondrijo, ¡zas!, a encerrarlo en el frasco atrapamonstruos.




¿Fomentan la lectura estos juegos? ¡Desde luego! No se puede reducir la lectura a un mero acto pasivo de recepción de información. Leer es inventar, crear, rehacer la información, conectar conocimientos... y los juegos fomentan este tipo de lectura activa.

Finalmente, tengo que decir que el libro está escrito, ilustrado y editado de una manera tan atractiva que sin duda se convertirá rápido en uno de los favoritos de vuestros hijos.


jueves, 12 de febrero de 2015

El mensaje secreto

Primero leemos este libro tan original, como todos los de Eric Carle. Se trata de El mensaje secreto de cumpleaños, de la editorial Kókinos.


Nos llama mucho la atención el mensaje codificado con figuras geométricas, las cuales también sirven para recortar las páginas de cartón de una manera muy atractiva.





Y después de leer... ¡queremos jugar! Vivir  por nosotros mismos nuestra propia aventura de búsqueda. Mamá nos codifica un mensaje para ir siguiendo la pista por la casa...


¡Y con gran alegría encontramos la sorpresa!


La verdad es que algunos libros realmente nos lo ponen muy fácil para imaginar, jugar y disfrutar.

domingo, 25 de enero de 2015

Los libros objeto

Mi bebé se puso muy contento cuando descubrimos este libro tren en la biblioteca. Empezó a gatear como loco rodándolo y abriendo las páginas a la vez.


En casa no para de pasearlo por todas partes, hace el brum brum, me lo da para que le cuente lo que aparece en las páginas interiores: el conductor, los nenes y las nenas, las ovejas, beeee.


Este libro me ha recordado una entrada que leí en el blog biblioabrazo sobre cómo hacer un libro objeto con botones. Me parece una propuesta preciosa y muy sencilla para todas las edades. La complejidad se la daremos con lo que escribamos dentro, desde letras o palabras sueltas para los que están empezando a leer y escribir hasta poemas de nuestros autores favoritos  o de nuestra  propia cosecha para los alumnos de bachillerato. Después los podemos intercambiar con nuestros amores, amigos o compañeros, incluso se puede jugar al amigo invisible.

Rastreando en Internet he encontrado otras ideas sencillas para inspirarnos:









La papiroflexia también nos puede dar muchas ideas.

Me encantan estos libros que son también objetos para manipular o jugar, porque a estas edades es lo que necesitan. Desde la perspectiva de lectora adulta también me resulta muy sugerente y poética la idea de un libro albergado dentro de un objeto precioso.

domingo, 4 de enero de 2015

Una galaxia de purpurina y un Big Bang en un globo

Me encanta esta enciclopedia infantil, sus ilustraciones, sus textos, su manera de estructurar la información. 



Se trata de Kingfisher Child´s World Encyclopedia. El precio también me encantó, ya que me salió casi medio regalada en el mercadillo de libros solidarios que se celebra cada martes en la biblioteca de Arroyo de la Miel.

Tiene dos apartados curiosos que no he visto en otras enciclopedias en español. El primero son historias de ficción relacionadas con el tema de cada página. Pueden ser historias clásicas literarias o cuentos populares de diversas partes del mundo. El segundo apartado son ideas para realizar actividades, juegos, manualidades, etc. relacionados con el tema tratado. Son ideales para hablar con los niños sobre lo que hemos leído, para ver si ha resultado interesante para ellos, si lo han conectado de algún modo con sus conocimientos previos... En definitiva, para que integrar la lectura y el aprendizaje en nuestros juegos e intereses, en nuestra vida.

En este caso estuvimos leyendo algunas páginas de la enciclopedia dedicadas al espacio y luego decidimos recrear nuestra propia galaxia con purpurina. Tenemos que decidir que forma queremos que tenga nuestra galaxia, dársela con el pegamento, espolvorear las estrellas-purpurina y ver resultados.



La purpurina tiene una capacidad de extensión por toda la casa apabullante. En menos de media hora ya brillaba por todas partes. Y es que con la que nos había sobrado mi hijo quiso jugar a que éramos Peter Pan y Campanilla y con el polvo mágico de hadas (la purpurina) hacíamos volar a nuestros amigos.



Otro día realizamos la actividad para simular el Big Bang con un globo y un rotulador y después pasamos un buen rato jugando con los universos de colores.


miércoles, 24 de diciembre de 2014

Trabajando como los ayudantes de Papá Noel

Después de leer este precioso libro ventana, a mi hijo de cuatro años se le ocurrió retomar un viejo juego que en esta casa nos ha dado muchas horas de diversión.



El libro es La fiesta más bonita del año de Marion Krätschme, editorial Gaviota. Y el juego es mezclar la plastilina con cualquier cosa que se nos ocurra.

Primero elaboramos galletas y dulces de plastilina como hacen los golosos angelotes. Nos encanta distribuir las galletas en estas bandejas de surtido.




Después sacamos nuestra colección de botones para decorar las pastas y las tartas.






Cuando nos aburrimos de los dulces pasamos página y vemos que los ayudantes de Papá Noel también fabrican adornos navideños. Sacamos los Lego Duplo y construimos un abeto de Navidad para decorar con plastilina.





Finalmente papá se anima y construye este impresionante Papá Noel.


Nosotros, saliéndonos ya de la temática del libro, estampamos en plastilina un belén con estos preciosos botones de figuritas.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Un libro de juegos

Creo que en los institutos, sobre todo en los departamentos de lengua castellana y literatura, muchas veces insistimos demasiado en los libros de ficción y no nos acordamos de los libros informativos. Y es que quizás en nuestra vida vamos a necesitar mucho más este tipo de libros.

Es importante enseñarles a los niños dónde encontrar estos libros, cómo encontrar precisamente el que contiene la información que ellos necesitan o aquellos acordes a sus intereses, cómo procesar los datos que nos proporcionan y aplicarlos luego de una manera activa en todos los ámbitos de nuestra vida.

En esta casa últimamente andamos bastante enganchados a los juegos de mesa. Mi hijo de cuatro años ha madurado bastante las habilidades que permiten entender las reglas y está entregado con pasión a los juegos de cartas, el ajedrez, Stratego, Carcassone y tantos otros juegos que tenemos por casa.

Está tan enganchado que a veces los juegos de casa o los que se saben papá y mamá se quedan cortos, así que decidimos buscar este libro en la biblioteca. Y nos ha venido fenomenal porque estamos pasando una semana encerrados enfermos en casa.


El libro es Atlas ilustrado de los juegos del mundo en familia de Susaeta.

De él hemos sacado sobre todo ideas para juegos de cartas y las instrucciones para jugar a las damas, ya que ni papá ni mamá las recordaban.


También a partir del libro hemos decidido fabricar nosotros mismos algún que otro juego, como Serpientes y Escaleras.




En definitiva, lo hemos pasado genial. Y de todo esto lo que me parece fundamental es que él vea de dónde han salido todas estas ideas para nuevos juegos y cómo hemos accedido a ellas buscando entre las estanterías de la biblioteca primero y entre las páginas del libro después.

sábado, 13 de diciembre de 2014

El sueño de Miró


Cogimos este llamativo libro en la biblioteca. Se trata de El sueño de Miró, de Carles Arbat Serrarols, editorial Brosquil, 2006. Pertenece a la colección El sueño de..., dedicada a acercar la obra de pintores célebres a los niños.


En el cuento Miró se convierte en un payés que siembra y hace crecer en un cielo de azul intenso sus dibujos y sueños, las fantasías de su mente.


Después de escuchar atentamente el cuento mi hijo de cuatro años recién cumplidos afirma decidido: "Venga mamá, quiero hacer lo mismo que el del libro". Eso es lo mejor, cuando después de mucho tiempo intentando motivar a tu hijo, de repente te suelta una frase de ésas y te das cuenta de que ya es autónomo y mayor, de que sólo está dispuesto a hacer lo que le apetece y motiva, y lo que es mejor, que sus ocurrencias y proyectos son fantásticos.

Y dicho y hecho. Reunimos todo lo que necesitamos: nuestro cielo será un trozo grande de papel continuo, dibujaremos nuestros sueños y fantasías con pinturas y rotuladores de diversos tipos y para conseguir imitar el peculiar estilo de Miró recortaremos y pegaremos papeles de distintos tipos, colores y texturas. Con un bebé de casi un año a nuestro lado se forma bastante revuelo en la habitación rápido. Él también disfruta ya pasando las hojas de los libros, tocando los papeles, metiéndose en la boca las pinturas y los rotuladores.


Y manos a la obra. Como suele ocurrir, el pegamento y las tijeras son las grandes estrellas. Como mi hijo apenas realiza todavía dibujos figurativos, él se va imaginando que este trozo de papel es un pájaro, aquel otro es una estrella, y así nos vamos imaginando que reproducimos todo el repertorio de Miró que hemos visto en el cuento.


Como estamos muy motivados en plena faena y por lo tanto, receptivos, mamá saca el libro de Arte del siglo XX de Taschen para ver otros cuadros de Miró.



A estas alturas el desorden en la habitación ya es importante, pero todo el mundo sabe que el revuelo es directamente proporcional a la diversión.


Y finalmente nuestra obra.


Realizando esta actividad con mis hijos se me ocurrió la idea de abrir este blog.